Serpenti
Un icono de la transformación infinita, elaborado con maestría y que renace infinitamente desde 1948.
Bvlgari Bvlgari
Una sinfonía de estilo atemporal y una colección que capta el espíritu pionero de Bvlgari y fusiona la audacia de lo nuevo con la veneración de la tradición.
Cada creación evoca el majestuoso pasado de la Ciudad Eterna y al mismo tiempo susurra los secretos de la sofisticación moderna.
Campaña publicitaria Bvlgari Dream, 1981-1989. Relojes Bvlgari Bvlgari, años 1980. Archivos Históricos de Bvlgari
Campaña publicitaria Bvlgari Dream, 1981-1989. Relojes Bvlgari Bvlgari, años 1980. Archivos Históricos de Bvlgari
La colección Bvlgari Bvlgari se erige como emblema de la fascinación que sigue despertando Bvlgari, reflejo de la habilidad de la marca para expresar su ADN romano con un toque contemporáneo.
Nacida a partir de una visión que convirtió el legado en algo icónico, esta línea reinterpreta las prominentes y depuradas líneas de las joyas arquitectónicas de Roma en una declaración de elegancia innata. El emblemático doble logotipo rodea el bisel de los relojes y las curvas de las joyas como una promesa eterna, un círculo que remite a la reinterpretación de los clásicos que emprende Bvlgari.
Cada creación es una muestra del genio italiano, una declaración de estilo para los amantes de la marca, que buscan una opción distintiva y adaptable.
Campaña publicitaria Bvlgari Dream, 1981-1989. Relojes Bvlgari Bvlgari, años 1980. Archivos Históricos de Bvlgari
Campaña publicitaria Bvlgari Dream, 1981-1989. Relojes Bvlgari Bvlgari, años 1980. Archivos Históricos de Bvlgari
Campaña publicitaria Metamorphosis, 1992-1996. Reloj Bvlgari Bvlgari, años 1980. Archivos Históricos de Bvlgari
Campaña publicitaria Metamorphosis, 1992-1996. Reloj Bvlgari Bvlgari, años 1980. Archivos Históricos de Bvlgari
En manos de los maestros artesanos de Bvlgari, la línea Bvlgari Bvlgari fusiona calidad y diseño. Es una narración que entrelaza el amor por la cultura con el encanto atemporal que esconde el logotipo circular.
Cada creación es más que un accesorio: es una parte del alma de Roma, creada para acompañar a quien la lleve a través del tiempo.
