En los albores del nuevo milenio, Bvlgari dio un paso importante, ampliando su alcance desde los artículos de lujo hasta los hoteles. En 2004, Bvlgari abrió las puertas de su primer hotel en Milán, testimonio de la incesante búsqueda de la excelencia de la marca y de su capacidad para redefinir las experiencias de lujo más allá de la joyería. En 2006, se inauguró un magnífico complejo en Bali, situado de forma exclusiva a más de 150 metros sobre las costas del océano Índico.

En 2009, el compromiso de Bvlgari de marcar la diferencia se hizo realidad. La Maison unió sus fuerzas con Save the Children y lanzó un anillo de plata especialmente diseñado para apoyar la campaña Save the Future. Esta iniciativa, destinada a ayudar a los niños desfavorecidos a través de la educación, combina la pasión de Bvlgari por la belleza con el firme compromiso de tener un impacto social positivo.

Esta década también fue una época de fervor creativo. En 2001, la marca presentó la colección de joyas Lvcea, que representó un cambio radical en el diseño gracias a su combinación de formas geométricas en oro blanco y platino, exaltando el brillo etéreo de las perlas y el deslumbrante brillo de los diamantes.

Junto a Lvcea, Bvlgari siguió innovando a lo largo de la década, lanzando nuevas colecciones de fragancias como Omnia y Bvlgari Pour Homme, y celebrando su patrimonio y su futuro con exposiciones y campañas publicitarias innovadoras, respectivamente. Los 2000 fueron un testimonio del compromiso duradero de Bvlgari con la excelencia, la innovación y la responsabilidad social, un viaje que continúa inspirando y cautivando hasta nuestros días.

2000

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