Esta década estuvo marcada por la continua búsqueda de la creatividad pionera en joyería, combinando diferentes materiales para crear algo realmente único e icónico.

La colección Chandra incorporaba esferas de porcelana blanca yuxtapuestas con piedras preciosas y coloridas, mientras que el acero se combinaba con el oro para amplificar el encanto vanguardista de las creaciones elaboradas con la técnica tubogas.

En la Alta Joyería, las formas compactas de la década anterior dieron paso a diseños más suaves con flecos de diamantes en motivos con acabado soleil sobre el escote, mientras que el oro amarillo continuó siendo el metal preferido.

La década de 1990 también vio un importante desarrollo en la diversificación, con la introducción de accesorios de seda y piel que reflejaban la búsqueda de la excelencia y los códigos creativos de la marca. A raíz de esta incesante experimentación, se lanzó la primera fragancia Bvlgari Eau Parfumée au Thé Vert, que explora la nota olfativa del té verde en el mundo de la perfumería. Estos movimientos reflejaban la capacidad de la Maison de adaptarse y prosperar en un mercado del lujo en constante evolución.

La década culminó con el lanzamiento del icónico anillo B.zero1 en 1999, una creación que celebró el nuevo milenio y rápidamente se convirtió en lo más vendido. A través de la fusión del motivo tubogas y el logotipo de Bvlgari, el anillo B.zero1 constituyó la actitud visionaria y el diseño innovador de la marca. Su núcleo en espiral de inspiración industrial fue un guiño al compromiso de Bvlgari de pensar a lo grande y aventurarse en territorios inexplorados.

1990

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