La década de 1930 fue testigo de un poderoso capítulo en la historia de Bvlgari, marcado inicialmente por el fallecimiento del visionario fundador Sotirio en 1932. Sin embargo, su legado siguió prosperando bajo la dirección de Giorgio y Costantino, empezando por la importante transformación de la boutique de Via dei Condotti. 

Fue durante este periodo cuando se introdujo el emblemático logotipo "BVLGARI" con la distintiva "V", inspirada en las antiguas inscripciones romanas y conectando para siempre la identidad de la Maison con sus raíces romanas. 

Esta década también floreció la creatividad, la sede de fabricación situada sobre la boutique de Via dei Condotti se convirtió en un centro de innovación artística. Los diseños de joyería de este periodo estaban compuestos por una serie de elementos geométricos: repeticiones de motivos de cadenas, tuercas y tornillos flanqueados por hebillas y correas estilizadas, inspiradas en la época de auge de las máquinas y la ingeniería mecánica. 

La otra característica distintiva de la época era la joyería "convertible": los clips dobles también podían llevarse por separado, mientras que algunos collares podían dividirse en partes, lo que permitía llevar las distintas piezas como pulseras, clips o broches. El uso monocromático general de diamantes montados en platino reflejaba una vez más la influencia francesa. La aparición de la estética característica de Bvlgari también fue impactante: se lograron cautivadores juegos de luz yuxtaponiendo diamantes de diferentes tallas engastados de distintas formas. 

Otro motivo que distingue a los collares Bvlgari de la época fue la repetición regular de los elementos circulares de grandes diamantes de talla brillante, que anunciaban los volúmenes suntuosos y armoniosos de las siguientes décadas. 

1930

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