El estallido de la Segunda Guerra Mundial limitó la producción y los suministros de Bvlgari. Teniendo en cuenta estas limitaciones, Bvlgari adoptó los tonos cálidos del oro amarillo para sustituir al platino incrustado de diamantes. A pesar de los inconvenientes y de la aprensión general ante el futuro, todavía quedaba espacio para la creatividad, ya que la Maison experimentaba con formas nuevas, más suaves y sinuosas, a menudo inspiradas en el mundo natural.

La década de 1940 marcó un periodo importante en la historia de Bvlgari con la introducción de su primera creación icónica: Serpenti. Presentados en 1948, los primeros relojes-pulsera Serpenti combinaban una correa en espiral, elaborada mediante la técnica tubogas, con una esfera geométrica, símbolo de la ingeniosa combinación de diseño e ingenio artesanal de Bvlgari. 

Inspirada en los tubos ondulados utilizados en la era industrial, la técnica tubogas consistía en envolver tiras de oro alrededor de un núcleo para crear bandas flexibles y redondeadas sin soldar. La experiencia necesaria para lograr la tensión uniforme en estas bandas fue el resultado de años de práctica por artesanos altamente cualificados, lo que refleja la dedicación de Bvlgari a la excelencia. 

Esta fusión del progreso industrial con el lenguaje de la joyería estableció un nuevo paradigma que encarna a la perfección el espíritu renovador y la esperanza de la posguerra. El atractivo y la funcionalidad de estas primeras creaciones de Serpenti resonaron profundamente en los años que siguieron al conflicto mundial, logrando un equilibrio entre la elegancia discreta y la practicidad a medida que las mujeres, en particular, regresaban a la vida social. 

1940

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