El número, la posición, el tipo, el color y la prominencia de las inclusiones internas, así como las características externas de un diamante, determinan su grado de pureza. Un diamante es puro si no tiene inclusiones o impurezas apreciables con una lupa de diez aumentos.
Los diamantes verdaderamente puros son muy excepcionales. La mayor parte de los diamantes tienen inclusiones naturales que resultan invisibles a simple vista y no afectan a su belleza.
PUREZA DEL DIAMANTE

Según la pureza, los diamantes se sitúan en una escala de 11 grados del GIA. Bvlgari solo selecciona diamantes pertenecientes a los grados de calidad superior, de IF a VS, lo que significa que carecen de la más mínima inclusión apreciable a simple vista. El laboratorio gemológico de Bvlgari examina con detenimiento cada uno de los diamantes a fin de asegurar su conformidad con los rigurosos criterios de Bvlgari.